Tres músicos europeos admirables por su tesón:
Django Reinhardt pionero del jazz en Europa y quizá la figura más influyente de nuestro continente, fue un guitarrista de jazz nacido en Bélgica en 1910 y de origen gitano que con 18 años sufrió un grave accidente al incendiarse la caravana en la que vivía, lo que le produjo graves quemaduras por las que a punto estuvo de perder una pierna y que le dejaron inmovilizados los dedos anular y meñique de su mano izquierda. Estuvo más de un año ingresado y contra todo pronóstico gracias a su empeño volvió a caminar y a tocar la guitarra, adaptando para ello su estilo. Django junto al violinista Stéphane Grappelli formaría el mítico Quintette du Hot Club de France, que rápidamente alcanzaría fama mundial.
Michel Petrucciani fue un pianista de jazz nacido en Francia en 1962 que padecía osteogénesis imperfecta, también conocida como la enfermedad de los "huesos de cristal". A pesar de medir apenas un metro de altura y de su dificultad incluso para andar dedicó todo su esfuerzo desde la infancia al estudio del piano convirtiéndose en una grandísima figura del jazz. Dotado de un extraordinaria virtuosismo combinaba el lirismo de Bill Evans a quien admiraba y de los impresionistas franceses, con momentos más rítmicos y percusivos. Tuvo una importante carrera en EEUU, dónde contribuyó entre otras cosas al regreso a los escenarios de Charles Lloyd.
Falleció prematuramente a los 36 años.
Tete Montoliu fue un pianista y compositor de jazz nacido en Barcelona en 1933. Ciego de nacimiento, pese a ello sería la primera figura española del jazz en transcender las fronteras, tocando con músicos tan importantes como Lionel Hampton, Roland Kirk, Kenny Dorham, Dexter Gordon, Ben Webster y otros muchos. Aprendió a leer música con 7 años mediante el método Braille y desarrolló una brillantísima técnica pianista que le llevó a lo más alto. Tete Montoliu supo enfrentarse no solo a la ceguera, sino también a un panorama musical en nuestro país nada propicio para un músico de jazz.
Para estos grandes músicos la palabra imposible, no era mas que eso, una palabra que a veces utilizamos demasiado alegremente cuando las cosas se ponen cuesta arriba. Hay veces en que los límites sólo están en nuestra cabeza, nunca en el corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario